El proyecto pretende facilitar a personas de difícil acceso la adaptación a la sociedad y al mundo laboral.
La cocina de Cebanc ha sido escenario de un Festival de Comida. En esta ocasión, sin embargo, la proyección de este abarca al proyecto de Innovación Food Includes, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea y que pretende facilitar la adaptación a la sociedad y al mundo laboral a personas de difícil acceso.
La iniciativa, liderada por Cebanc, se desarrolló el pasado 31 de enero y contó con la colaboración de la Cruz Roja, Caritas, Jatorkin y Mujeres Divinas Nigerianas, que prepararon en la cocina del centro de enseñanza platos tradicionales de sus países (pastela, sopa de calamar y tajín de pollo de Marruecos; vinegret, de Rusia; abojarrados, de Colombia; arroz jollof, de Nigeria; y, vigorón, de Nicaragua). Por su parte, el alumnado de Cebanc elaboró el talo tradicional vasco con txistorra y chocolate.
El sector de la alimentación es un vehículo eficaz para llegar e involucrar a grupos de difícil acceso, que, por diversas razones, carecen de oportunidades para integrarse en el mercado laboral, o, en la propia sociedad. “A medida que la demografía de nuestras comunidades cambia a nuestro alrededor, vemos que muchas personas se enfrentan a barreras para acceder a la educación y, por ende, al mundo laboral. Este tipo de iniciativas están centradas para facilitar ese acceso, que, por motivos culturales, de género o socioeconómicos, no siempre es sencillo”, ha señalado Irida Tase, responsable de Proyectos Internacionales de Cebanc.
El Festival de Comida organizado por Cebanc está inspirado en previas experiencias exitosas sobre la cocina social y comunitaria, como medida para impulsar la participación de personas desfavorecidas. Y cuenta con el respaldo del proyecto Food Includes, que pretende aprovechar el poder de la comida para crear nuevas oportunidades de aprendizaje flexible con el objeto de fomentar una mayor inclusión y acceso a vías de mejora de las cualificaciones en la educación de adultos.
Los objetivos principales del proyecto son: dotar a las personas educadoras de adultos de herramientas para utilizar la cocina como una pedagogía para llegar y comprometer en la educación a adultos con difícil acceso; permitir a las organizaciones de educación de adultos introducir rápidamente este tipo de cursos; y, por último, incidir en las mejoras de la accesibilidad, la participación y de las cualificaciones.
Una vez finalizado el proceso de elaboración, las y los socios del proyecto que provienen de Alemania, Bélgica, Irlanda, Polonia y Cataluña pudieron degustar las elaboraciones, al igual que las y los cocineros voluntarios y todas las personas que se acercaron a la cocina de Cebanc (familiares, amigos, amigas y el alumnado del centro).
Cati Jerez, de la Fundació Solidaritat de la Univeritat de Barcelona, presente en el evento, subrauó que Food Includes articula una serie de acciones a través de la comida. Siendo la comida, junto con el arte, una de esas cuestiones que es capaz de superar las barreras lingüísticas y económicas; las barreras que normalmente nos impiden poder interrelacionarnos de manera horizontal con las personas.